El coworking ha cambiado la forma en que trabajamos, ofreciendo flexibilidad, comunidad y un entorno dinámico. Sin embargo, adaptarse a este modelo puede ser un desafío si estás acostumbrado a un espacio de trabajo tradicional. ¿Cómo puedes aprovechar al máximo un coworking sin comprometer tu productividad y bienestar? Aquí te dejo algunas estrategias clave.
No todos los coworkings son iguales. Algunos están diseñados para freelancers creativos, mientras que otros ofrecen un ambiente más corporativo.
Claves para adaptar tu estilo de trabajo coworking
Ubicación y accesibilidad: Un lugar cercano a tu casa o con buen transporte público te ahorrará tiempo.
Servicios incluidos: Internet rápido, salas de reuniones, café, lockers… asegúrate de que tenga lo que necesitas.
Ambiente: Algunos coworkings son relajados y otros más serios. Encuentra uno donde te sientas cómodo.
El mayor beneficio del coworking es la flexibilidad, pero también puede ser una trampa si no organizas bien tu tiempo. Para evitar distracciones:
Define un horario fijo para trabajar.
Planifica tu jornada con tareas específicas.
Usa técnicas como el Time Blocking o el método Pomodoro para mantenerte enfocado.
Un entorno ordenado es clave para la concentración. Aunque el coworking es un espacio compartido, puedes personalizar tu estación de trabajo con:
Un soporte ergonómico para tu laptop.
Algún elemento que te haga sentir cómodo, como una planta pequeña.
Auriculares con cancelación de ruido para evitar distracciones.
El respeto por los espacios comunes también es importante. Si usas una sala de reuniones, déjala ordenada cuando termines.
Uno de los mayores atractivos del coworking es la posibilidad de conocer personas con intereses similares. Sin embargo, socializar demasiado puede afectar tu productividad. Para encontrar un equilibrio:
Asiste a eventos y actividades del coworking.
Preséntate a otros profesionales y crea conexiones estratégicas.
Fija tiempos específicos para socializar sin que interfiera con tu trabajo.
El coworking es una comunidad y, como tal, necesita reglas básicas para una convivencia armoniosa:
Controla el ruido: Usa auriculares para escuchar música o realizar videollamadas.
No invadas el espacio de otros: Mantén tus cosas organizadas y respeta las áreas comunes.
Sigue las normas del coworking: Cada lugar tiene sus reglas, conócelas y respétalas.
Trabajar en un coworking puede ser diferente a lo que estás acostumbrado, pero la clave está en adaptarte y aprovechar lo mejor del entorno.
Prueba diferentes horarios hasta encontrar el que más te funcione.
Si el coworking tiene diferentes zonas (zona de silencio, área de networking, etc.), usa cada una según tus necesidades.
Evalúa periódicamente si el espacio cumple con tus expectativas.
En conclusion
Adaptarte a un coworking no significa cambiar tu forma de trabajar, sino optimizarla para este nuevo entorno. Si logras organizarte, respetar las normas y aprovechar el networking, no solo mejorarás tu productividad, sino que también disfrutarás de una comunidad de profesionales con los que podrás crecer.
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